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jueves, noviembre 03, 2005

Locura Sabina

No veas como arrasa Joaquín Sabina. Esta mañana he vivido con la Nini (mi querida hermosa, mi amada, mi esposa) una escena desesperante y cómica al intentar comprar en telentrada.com las entradas para alguno de los tres conciertos de presentación en Madrid de 'Alivio de luto', él último trabajo de Sabina. Se habían puesto las entradas a la venta hoy mismo y a las once de la mañana no quedaban nueve entradas juntas ni el 20 ni el 21 ni el 22 de diciembre. Una cosa de locos. A la vez que buceamos por las butacas virtuales, rojas la mayoría porque ya estaban vendidas, del Palacio de Exposiciones y Congresos, llamamos al 902 donde también se compraban. Las conseguimos reservar por teléfono, pero había que pagar cinco por un lado y cuatro por otro, con diferentes tarjetas de crédito porque el máximo que se podía pagar con una era 300 euros, y al cambiar de tarjeta, una vez pagadas las cinco primeras, las cuatro entradas que quedaban volaron ante la desesperación del teleoperador. "Me las han quitado". Pues nada, a duras penas, conseguimos cuatro por separado y el 20 de diciembre estaremos viendo a Joaquín con los colegas en la que promete ser una gran celebración de mi cumpleaños. Por más que Sabina no tenga la voz de sus noches gloriosas en Las Ventas y necesita la garganta y los pulmones de Olga Román y Panchito Varona, sólo con recitar sus versificaciones musicadas, merecerá la pena.
12.000 llamadas en dos horas recibió ese 902 y la web se colapsó y volaron las entradas. Pero las conseguimos. Por más que si llamo a Joaquín y a Pancho Varona yo habría tenido mis invitaciones (me escribió el prefacio de Sentimiento Atlético que luego se convirtió en la canción del Centenario del Atlético y ya colgaré aquí un día de estos, cuando me dé un ataque de ego la foto que me saqué hace unas semanas con Sabina y Maradona tras La Noche del Diez) , no me parece bien esa costumbre tan española de pedir siempre favores, invitaciones y cosas de estas, aunque la suela ejercer cuando lo necesitan mis amigos. Porque es muy difícil decir que no, más a la gente querida, ¿verdad? Pero para Sabina no puedo conseguir nada... Está todo agotado.

Escrito por Matallanas | 11:03 p. m. | Enlace permanente

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